Apreciación de la prosa: ¿De dónde viene la felicidad?

La felicidad es una fuente importante de moralidad y proviene de los hábitos. Cuando las personas hacen algo a lo que están acostumbradas se sienten cómodas y obtienen excelentes resultados, por eso prefieren hacerlo. La gente se siente feliz cuando hace lo que está acostumbrada a hacer.

Además, los hábitos son la cristalización de la experiencia y han resistido la prueba de la vida, por lo que son útiles. Esto está más garantizado que los intentos nuevos y no probados, y adoptar comportamientos habituales ha demostrado tener beneficios para la salud. Por tanto, podemos decir que un hábito es una combinación de placer y utilidad.

Por costumbre, la gente rara vez considera otras cosas al hacer las cosas. Asimismo, los grupos inconscientemente obligan a todos a seguir los mismos hábitos. Debido a que estás feliz de hacer lo que estás acostumbrado a hacer, o al menos vivir de acuerdo con ello, este hábito es necesario y la única posibilidad para que las personas disfruten de él. Sin embargo, la alegría de vivir no sólo se obtiene de los hábitos. La razón para llegar a tal conclusión está relacionada con el entorno específico de ese momento. Por ejemplo, en pueblos y culturas con baja productividad, hay poca comprensión de las verdaderas relaciones causa-efecto, y es seguro seguir la misma trayectoria.

De hecho, el mismo nivel de felicidad se puede encontrar en otros hábitos, quizás incluso en los niveles más altos. Quizás la gente se haya dado cuenta de que todos los hábitos, incluso los más duros, con el tiempo se vuelven más agradables y suaves. En este caso, es muy fácil para las personas obtener la felicidad, pero debido a su codicia por la felicidad, las personas rara vez están dispuestas a cambiar.

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