En Nutrición Vegetal; en Cartas de Salud. En septiembre de 2000, Volumen 3, Número 8, muchos artículos comentaban los beneficios de la soja para la salud. La mayor parte de esto está relacionado con el hecho de que la soja contiene estrógeno (hormonas sexuales) llamados isoflavonas. Además, en los últimos años, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) ha señalado que la proteína de soja tiene la función de reducir el colesterol. Sin embargo, ¿está realmente bien consumir grandes cantidades de soja sólo por sus beneficios para la salud?
Los expertos en contra de los alimentos de soja señalan que los alimentos con propiedades biológicas o productos sintetizados químicamente, como los productos de soja, aunque sean alimentos saludables, deben contener algunos efectos secundarios impredecibles. Por otro lado, los partidarios de los alimentos a base de soja argumentan que todavía es seguro comer soja durante mucho tiempo en los países asiáticos y utilizan el ejemplo de los vegetarianos de los países de Europa occidental que comen soja como alimento básico.
A continuación se realiza un análisis desde tres aspectos complejos: el cáncer de mama, la función tiroidea y la función de comprensión.
La soja y el cáncer de mama
La soja puede reducir la incidencia del cáncer, que siempre ha sido una preocupación. Pero en los últimos años ha surgido un nuevo problema: la soja tiene efectos adversos en las mujeres con tumores de mama causados por el estrógeno (ER). Debido a que estos tumores son estimulados por el estrógeno, las isoflavonas de la soja, un estrógeno débil, también pueden contribuir a la aparición de tumores. Muchos estudios han demostrado este problema utilizando casos reales. En un gran avance, investigadores británicos han descubierto que los débiles efectos estrogénicos (hormonas sexuales) contenidos en la soja se pueden observar en las células mamarias de mujeres premenopáusicas, según un estudio de dos semanas. Se encontraron los mismos resultados en mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas de 10 meses. En ambos estudios, los sujetos comieron 2 unidades de alimentos de soya por día.
Sin embargo, estos resultados aún se encuentran en etapa de investigación, pero otros estudios han sugerido resultados diferentes. Por ejemplo, comer soja no estimula el crecimiento de tumores, pero cambia el metabolismo del estrógeno (hormona sexual). En circunstancias normales, comer soja puede inhibir eficazmente el crecimiento de tumores e incluso puede alcanzar un efecto inhibidor de hasta el 50%. De hecho, los experimentos en estudios con animales muestran que tomar pasta de soja y tamoxifeno juntos inhibe la expansión del tumor más que tomar tamoxifeno solo.
Los efectos de la genisteína (principal isoflavona contenida en la soja) son más complejos y diversos. Después de comer soja, se añade genisteína a las células en la misma concentración que la sangre, lo que estimula significativamente el crecimiento de células cancerosas del RE. Pero agregar concentraciones más altas de genisteína inhibe las células que no responden a las células cancerosas del RE y al estrógeno (hormona sexual). Un registro experimental establece que la genisteína se utiliza sólo para investigación y pruebas. Es decir, tanto los animales como los humanos mostraron el efecto, por lo que es difícil explicar mejor este hallazgo. Además, la soja puede contener otras sustancias que combaten el cáncer además de las isoflavonas. A partir de estos estudios, no podemos concluir que los efectos de la soja influyan en el riesgo de cáncer de mama en mujeres con tumores ER.
La comparación de las tasas de cáncer y el consumo de soja en los países asiáticos que consumen más soja con los de Estados Unidos no mostró ninguna relación.
Aún existen muchas dudas sobre este tema, por lo que algunas pacientes femeninas con cáncer de RE creen que no es apropiado utilizar la soja como alimento terapéutico (es decir, comer grandes cantidades de soja para prevenir la recurrencia del cáncer). Sin embargo, las pacientes con cáncer de ER también deben consumir soja con moderación, como 3 unidades por semana. En resumen, con respecto a la elección de alimentos, es necesario consultarlo con el médico correspondiente con antelación.
No soy bueno escribiendo, por favor corrígeme.