En junio de 1840, el gobierno británico envió tropas para invadir China y estalló la Guerra del Opio. Debido a la corrupción y la incompetencia del gobierno Qing, el ejército invasor capturó sucesivamente Xiamen, Ningbo, Shanghai y otros lugares, y llegó a Nanjing. El 29 de agosto de 1842, el gobierno Qing se vio obligado a firmar el Tratado de Nanjing con el Reino Unido. No sólo pagó una compensación de 21 millones de taeles de plata y abrió Guangzhou, Xiamen, Fuzhou, Ningbo y Shanghai como puertos del tratado. También abrió puertos fuera del estuario del río Perla en Guangdong y cerca del Mar de China Meridional. La isla fue cedida permanentemente a Gran Bretaña. En octubre de 1856, estalló la Segunda Guerra del Opio, las fuerzas británicas y francesas invadieron Beijing y quemaron el Antiguo Palacio de Verano. El 24 de octubre de 1860, los británicos obligaron al gobierno Qing a firmar el Tratado de Beijing, cediendo el área al sur de Boundary Street en la península de Kowloon, lo que ahora es Kowloon, y además de pagar una indemnización de 8 millones de taels. El 9 de junio de 1898, los británicos aprovecharon la derrota de China en la guerra chino-japonesa de 1898 y la oportunidad de las potencias extranjeras de dividir sus esferas de influencia en China para obligar al gobierno Qing a firmar las "Disposiciones especiales para ampliar las fronteras". de Hong Kong" (comúnmente conocido como "Arrendamiento de Nuevos Territorios") y arrendó por la fuerza los límites de la península de Kowloon. Al norte, al sur del río Shenzhen y más de 200 islas grandes y pequeñas. A través de tres tratados, Gran Bretaña ocupó territorio chino con una superficie total de 65.438.092 kilómetros cuadrados, incluidas la isla de Hong Kong, Kowloon y los Nuevos Territorios, que ahora es todo el territorio de Hong Kong.
Tras el derrocamiento de la dinastía Qing, los sucesivos gobiernos chinos no reconocieron el Tratado de Nanjing, el Tratado de Beijing y las disposiciones especiales relativas a la ampliación de las fronteras de Hong Kong. El antiguo gobierno chino hizo varios intentos por recuperar el territorio perdido. En aquel momento no había ninguna propuesta para recuperar Hong Kong, sino sólo para abolir el arrendamiento de Kowloon. Un país débil no tiene diplomacia. En medio del tumulto de los señores de la guerra y la agitación política, China misma no tiene una fuerza fuerte y todos los esfuerzos diplomáticos han fracasado.