Estoy de acuerdo con el punto del artículo, el último. Estoy de acuerdo con el sentimiento del artículo, el último.
En mi opinión, un apodo positivo es un reflejo de la estrecha relación con los compañeros de clase. Destaca la expresión de características personales jóvenes y enérgicas, y me sentiré muy feliz. Y los maestros y padres deben alentar y reconocer la elección de ese apodo. Por ejemplo, a una estudiante que es buena pintando, sus compañeros la llaman pequeña artista. Esto no solo expresa el respeto de sus compañeros, sino que también refleja su talento en la pintura. Creo que estará orgullosa de este apodo.
Sin embargo, siempre hay algunos fenómenos negativos. Los apodos negativos (negativos) herirán los sentimientos entre compañeros, profundizarán los conflictos e incluso tendrán consecuencias adversas. Burlarse al azar de las deficiencias y defectos de otras personas sin duda destruirá la atmósfera de unidad de clase y dejará una sombra en los corazones de los involucrados.
En definitiva, deberíamos cambiar el concepto tradicional de los apodos, tratarlos de forma diferente y no prohibirlos ciegamente.