En el hotel Moon Lake, un cliente (al que en algunos documentos se hace referencia como el millonario Vanderbilt) decidió que las patatas fritas del chef George eran demasiado espesas para él, por lo que se negó a pagar. Entonces George hizo algo más delgado, pero eso tampoco lo satisfizo. George se enfureció y decidió darle una lección a su invitado. Hizo las patatas fritas tan finas y crujientes que ni siquiera se podía insertar un tenedor en ellas. Sin embargo, esto no logró el propósito previsto. En cambio, a los clientes les encantaron las patatas fritas finas como el papel, de color amarillo pálido. Otros invitados también preguntaron.
George les hizo estas patatas fritas. A partir de entonces, las patatas chips Saratoga estuvieron en el menú y se convirtieron en un alimento especial.