El Nautilus es descrito en la novela como un submarino esbelto, con forma de huso, de 70 metros de largo y 8 metros de ancho. Tiene buenas prestaciones de navegación y la velocidad máxima puede alcanzar los 50 nudos. Este es un submarino ideal. El barco funciona enteramente con electricidad, que se extrae del agua de mar, se mezcla con mercurio para formar una aleación que reemplaza el zinc en las celdas del mechero Bunsen, y luego se convierte en electricidad y se almacena en baterías.
La comida es todo pescado, algas, etc. , por lo que la energía y las necesidades de la tripulación provienen del mar. No requiere ningún suministro terrestre y puede navegar ilimitadamente por el mar. El Nautilus tiene un enorme tanque de almacenamiento de aire comprimido en su interior, por lo que puede permanecer sumergido en el fondo del océano durante días sin siquiera flotar en la superficie. El interior del barco es espacioso y confortable, e incluso hay un museo y una biblioteca.
El arma del barco es el cuerno de acero en la proa. Combinado con la alta velocidad y el casco resistente del barco, la bocina es poderosa. En la novela, el Nautilus lo utiliza para contraatacar a los barcos enemigos que lo atacan. El Nautilus golpeó el costado del acorazado a gran velocidad y su bocina atravesó el casco.
Otras rutas en "Veinte mil leguas de viaje submarino":
En "Veinte mil leguas de viaje submarino", el Capitán Nemo y Aronnax viajan por el mundo bajo el mar de la siguiente manera: Pacífico → Océano Índico → Mar Rojo → Mar Mediterráneo → Océano Atlántico → Mar Antártico → Océano Atlántico → Océano Ártico.
En "Veinte mil leguas de viaje submarino", Nemo es una figura misteriosa de nacionalidad desconocida (más tarde se revela que es un indio de la isla misteriosa). El submarino que construyó en secreto en una isla desierta no sólo era extremadamente fuerte, sino que también tenía una estructura sofisticada que podía utilizar el océano para proporcionar energía. Dependen de varios animales y plantas del océano para sobrevivir.
El capitán del submarino también fue muy amable con los prisioneros, pero para guardar su secreto, el capitán Nemo nunca les permitió salir. Aronas y su equipo no tuvieron más remedio que seguir al submarino por el océano. Durante el viaje, Aronas y su grupo encontraron innumerables paisajes hermosos y vivieron muchas aventuras emocionantes.