Durante la década de 1920 se produjeron grandes avances en el campo de los efectos de sonido, sobre todo gracias a la influencia de la radio. Las primeras transmisiones de radio eran en su mayoría transmisiones en vivo y presentaban producciones teatrales en vivo que hacían un uso extensivo de efectos de sonido. Los mejores estudios suelen emplear muchos productores de sonido que trabajan simultáneamente. A mediados de la década de 1920, con la mejora de los micrófonos electrónicos y los avances en la tecnología de grabación, fue posible utilizar bibliotecas de sonidos pregrabados en discos de 78 rpm. Se pueden añadir coches y aviones reales y risas de la gente a las radionovelas mediante discos. A finales de la década de 1920, los estudios estaban pasando del cine mudo al sonoro, abriendo otra vía para los efectos de sonido.
La historia de los efectos de sonido
El uso de efectos de sonido se inició en el teatro; según algunos registros, los efectos de sonido se utilizaron en el período clásico. Se utilizan muchos dispositivos para simular sonidos de fondo, como truenos o cascos de caballos al galope. En los tiempos modernos, la lista de los primeros efectos de sonido del teatro se ha vuelto cada vez más detallada y se han ideado varios dispositivos mecánicos para producir más y mejores sonidos. Las grandes salas urbanas suelen contar con una gran cantidad de estos dispositivos. Este efecto de sonido antiguo a veces se puede escuchar en las primeras grabaciones musicales de música ligera, aunque según los registros de la época, resulta que los efectos de los primeros estudios de grabación eran muy inferiores a los de los teatros.