Aunque tanto las tareas primarias como las importantes expresan la importancia de la tarea, existen diferencias obvias en su importancia y prioridad.
La primera tarea es la máxima prioridad, lo primero que hay que hacer para conseguir un determinado objetivo, y tiene la máxima prioridad. Si no se completa la primera tarea, es posible que no sea posible realizar trabajos posteriores. Por ejemplo, para un director de proyecto, la finalización exitosa del proyecto es su máxima prioridad. Si el proyecto no se puede completar dentro del tiempo especificado, no será posible realizar ningún otro trabajo.
Aunque las tareas importantes también lo son, su prioridad puede no ser tan alta como la primera tarea. Una tarea importante puede ser parte de una serie de pasos para lograr una meta, pero no es necesariamente el primer paso. Por ejemplo, estudiar puede ser una tarea importante para un estudiante, pero si lo primero que necesita resolver son problemas de supervivencia, como encontrar comida y refugio, entonces es posible que el estudio deba dejarse temporalmente en un segundo plano.
En general, tanto las tareas primarias como las importantes expresan la importancia de la tarea, pero las tareas primarias suelen tener mayor prioridad y mayor necesidad.