Las ratas gigantes de Chernobyl en realidad no existen. Pero, ¿por qué existe tal leyenda? Porque después de la fuga nuclear de Chernobyl, se convirtió en una ciudad muerta. Esta ciudad muerta dejó una profunda impresión en muchas personas con gran imaginación. Se cree que Chernobyl no mató a todos los seres vivos. fusión nuclear en ese momento.
Creen que hay algunos organismos que han logrado escapar de fugas nucleares, y los genes de sus cuerpos han sido expuestos a diversos grados de radiación, cambiando así sus genes. Entonces hubo una historia tan sensacional. La historia decía que en 1996, los gobiernos de Estados Unidos, Rusia y Ucrania formaron conjuntamente un equipo de expedición de nueve miembros. Estos nueve expertos entraron en Chernóbil, donde nadie se atrevió a acercarse, para realizar una investigación. El objetivo principal era estudiar el impacto de la contaminación nuclear en la zona.
Durante la investigación, de repente, un monstruo se acercó a ellos y los atacó. Este monstruo tiene un cuerpo enorme y garras afiladas. Nueve expertos hicieron todo lo posible para someterlo. Después de someterlo, resultó ser un ratón. Esta gran rata mutada medía más de 50 centímetros de largo, con los ojos rojos bien abiertos mientras gritaba y luchaba desesperadamente. Los expertos lo recuperaron, lo estudiaron y descubrieron que la fuga nuclear cambió los genes del ratón, provocando que mutara y creciera hasta un tamaño tan grande.
Pero en realidad esto es falso, inventado por algunas personas con gran imaginación. Aunque la fuga nuclear es muy peligrosa, no creará criaturas gigantes. El principal daño causado por la fuga nuclear es que provocará deformidades humanas o retraso mental. Y lo que es aún más aterrador es que este tipo de daño también afectará a las generaciones futuras, por lo que da mucho miedo.