Esto se debe a que para evitar accidentes de seguridad como incendios causados por un consumo excesivo de energía, la escuela estipula que los dormitorios de posgrado estén limitados a 300 vatios, lo que también juega un papel de ahorro de energía.
Si se necesita más electricidad, los estudiantes de posgrado pueden usarla en cualquier otro lugar del campus o en el exterior.