¿Cómo arruinó su futuro Harley, la marca de motocicletas número uno del mundo?

26 de agosto de 1967, Salt Lake City, Estados Unidos. El neozelandés Bert Munro, de 70 años, conduce una motocicleta india de 1920 mientras se prepara para batir el récord mundial. Para venir a Estados Unidos a participar en competiciones, este común y corriente vendedor de motocicletas gastó casi todos sus ahorros. Después del día de trabajo, el anciano se quedó despierto toda la noche, modificando su vieja motocicleta con piezas caseras.

Cuando él y su "Munro Special" aparecieron en Bonneville Salt Flats, los jóvenes corredores miraron sus extravagantes antigüedades y se rieron. Se burlaban de él por los neumáticos que había recortado con un cuchillo, el tanque de gasolina lleno de brandy y lo humillaban sin piedad diciéndole: "Eres viejo".

El piloto de 68 años no dijo nada, pero durante el resto de la carrera condujo su motocicleta Indian al límite. La estilizada motocicleta alcanzó una velocidad de 295 kilómetros por hora, casi saltando la brillante superficie del Salar de Bonneville. Cuando regresó a la línea de salida, recibió la noticia: había batido el récord de velocidad más rápida para una motocicleta de 1000 cc. Su antigüedad se ha convertido en la motocicleta india más rápida del mundo.

Al mirar atrás a la historia centenaria del ascenso y caída de la India, uno no puede evitar suspirar. Como la marca de motocicletas más grande del mundo, el fundador adoptó un enfoque comercial al comienzo de su creación y estableció una junta directiva para expandir rápidamente el mercado. Debido a que la empresa no está firmemente en sus propias manos, una vez que hay diferencias en el desarrollo de la empresa, las personas tienden a tomar decisiones que no favorecen el desarrollo a largo plazo de la empresa por intereses a corto plazo y luego fracasan.

Por otro lado, Harley, el fundador de Harley-Davidson, también es un entusiasta de las motos. A diferencia de los indios, Harley estuvo firmemente controlada por las familias Harley y Davidson, amantes de las motocicletas, desde sus inicios. Para ellos, las motocicletas no sólo son un bien rentable, sino también un sustento espiritual.