¡Las madres violentas han arruinado a tres generaciones! ¿Cómo deberían los padres decir no a la violencia verbal?

La violencia verbal de los padres es muy perjudicial para los niños. La violencia verbal puede dañar directamente la psicología juvenil de un niño, incluso más dañina que golpear o regañar a un niño. Si los padres tienen mal carácter y a menudo abusan de sus hijos por cuestiones triviales, los niños se volverán muy sensibles y tendrán baja autoestima. Algunos niños crecerán en un ambiente tan represivo, su psicología se distorsionará y aprenderán fácilmente las palabras desagradables dichas por sus padres. Si quieres educar bien a tus hijos, debes rechazar la violencia verbal.

¿Cómo rechazar la violencia verbal? La mayoría de los padres abusan verbalmente porque sus hijos son traviesos y no cumplen con sus expectativas. Los padres deben intentar aceptar la individualidad de sus hijos. Los niños traviesos pueden necesitar más orientación. La mayoría de estos niños son extrovertidos. Si los padres suelen reprender severamente, es probable que el niño se vuelva introvertido y tímido bajo la disciplina de los padres, y será difícil devolverle su apariencia original. Los padres pueden inscribir a sus hijos en una clase de interés que les convenga según la personalidad de sus hijos, para que sus hijos tengan algo que hacer y los padres no tengan que preocuparse tanto.

Los padres deben animar más a sus hijos y perseverar en ello, y poco a poco descubrirán que sus hijos han cambiado mucho. En comparación con regañar a los niños todos los días, este método es más fácil de aceptar para los niños. Con el apoyo de los padres, los niños progresarán más rápido. Los padres no deben caer en un círculo vicioso de violencia verbal. Cuanta más violencia verbal inflijan a sus hijos, más rebeldes y desobedientes se volverán los niños. Aunque el niño es pequeño, todavía tiene autoestima. Nadie quiere salir lastimado, y mucho menos sus seres más cercanos.

Los padres deben aprender a controlar su temperamento. Muchos padres son naturalmente gruñones, pero no muestres tu carácter gruñón a voluntad, de lo contrario arruinarás al médico de tu hijo. Los padres deben ser plenamente conscientes de esto. Cuando los padres quieren perder los estribos, pueden calmar conscientemente sus emociones, desviar su atención y pensar qué camino es más aceptable para sus hijos, reduciendo así la violencia verbal.