En la arquitectura japonesa, los santuarios suelen expresar características japonesas. Ya en el siglo VI, durante la era de la esclavitud, Japón tenía una religión naturalista popular llamada sintoísmo, y los edificios que adoraban a varios dioses se llamaban santuarios. A lo largo de la era feudal, a pesar de la popularidad del budismo, el sintoísmo no disminuyó y nunca se ha interrumpido el establecimiento de santuarios. Están repartidos por todo el país y hoy hay alrededor de 110.000. Un santuario es un edificio japonés dedicado al sintoísmo, a los ancestros de los clanes y a los héroes. El santuario siempre ha sido reconstruido a intervalos regulares, un sistema llamado "reconstrucción".