Esto en sí implica las diferencias ideológicas entre las culturas oriental y occidental.
Los occidentales se bendicen unos a otros.
Cuando nos conocimos por primera vez, todos dijeron:
¿Cómo estás?
Te deseo un buen rato.
Es descabellado insistir en la traducción, pero es mejor respetar las diferencias culturales de los distintos países.