Robinson fue arrastrado a una isla desconocida tan deshabitada y peligrosa. Estaba desesperado, pero ¿cómo sobrevivió? Esto depende no sólo de su extraordinario coraje, sino también de su rica experiencia de vida. Podría encontrar un lugar seguro, cómodo y beneficioso para establecerse en una isla desierta. Puede ir a cazar al bosque y pescar a la orilla del mar con su perro y su arma; sabe cómo encerrar cabras para poder comer un delicioso cordero en el futuro. Puede sembrar cultivos para poder comer alimentos nutritivos; puede hacer frascos ignífugos... Tiene tanto conocimiento de supervivencia, ¿no es esto una manifestación de sabiduría de supervivencia?
Después de leer este libro, he estado pensando: si voy a una isla tan desierta, ¿podré resistir la prueba del destino? Recuerdo una historia: en Qingdao se celebró un campamento de verano para niños chinos y japoneses. Los integrantes de este evento están compuestos por dos equipos infantiles de China y Japón. Durante las actividades, los niños japoneses mostraron su perseverancia, coraje y rica experiencia de vida. La cobardía, la alegría y la falta de experiencia de vida de los niños chinos quedan plenamente expuestas. En términos de supervivencia, los niños japoneses son más competitivos que los chinos. Puede que no tengamos aventuras como las de Robinson Crusoe en nuestras vidas, pero la sabiduría de la vida también es indispensable.