Es decir, abrir nuevas fuentes de estudiantes, ahorrar energía y eliminar el desperdicio.
1. Disponer de recursos suficientes para el cliente. En otras palabras, debe haber un gran número de padres y niños dispuestos a aceptar la educación infantil. Por eso, elegir un lugar es importante. Es mejor elegir métodos publicitarios adecuados en comunidades de nivel medio y alto.
2. Debe haber excelentes profesores. Establecer y capacitar a un número adecuado de maestros profesionales de educación temprana que amen a los niños y sean buenos educándolos.
3. Debe existir un sistema de gestión científico y razonable, incluyendo la seguridad, la alimentación, el medio ambiente y otros aspectos que afecten a niños y profesores.
4. Disponer de presupuestos financieros y cuentas finales razonables. Se debe planificar de manera global cuánto es la tarifa inicial, cuánto es la tarifa operativa y cómo garantizar la rentabilidad. En definitiva, el crecimiento saludable de los niños y la satisfacción de los padres son fundamentales.