Estalló el Incidente del 7 de julio, las montañas y los ríos se mancharon de sangre el 18 de septiembre, la marea roja de mártires se desbordó y muchos héroes revolucionarios fallecieron así.
Los crímenes de agresión de Japón son horribles, los ríos Yangtze y Amarillo son largos, hay dolientes por todas partes, el país está arruinado y la familia destruida, y el rey del infierno del inframundo está a punto de aparecer.
No hay lágrimas después del llanto. El desastre de la subyugación nacional es inminente. Saqué mi espada y prometí no mirar atrás, y la sangre de los soldados se derramó sobre China.
Miles de personas fueron asesinadas en Nanjing y fue difícil encontrar la paz con los cadáveres en las calles. Las mujeres y los niños trabajaron juntos para resistir a los invasores japoneses. ¿Por qué deberían temer las discapacidades físicas durante la guerra?
Los bombardeos indiscriminados son inhumanos y es aún más desgarrador herir a personas inocentes. Son bandidos que hacen muchas cosas malas y nos engañan. China no tiene un arma mágica.
Los enemigos del país se llenaron de odio y rabia. Muchos mártires libraron sangrientas batallas, enarbolaron banderas obreras y campesinas y agitaron martillos y espadas.
Aunque los invasores japoneses estaban locos, China estaba llena de campos de batalla, incluso con aviones y artillería, aun así vinieron a destruir Japón.
Luchar en la guerra prolongada contra Japón es como golpear algodón con todo el corazón, luchar con ingenio y coraje hasta que los invasores japoneses sean aniquilados.
Los invasores japoneses son sapos. Si pierden la conciencia, serán derrotados. Entreguen sus armas, ríndanse y regresen a casa.
Ocho años de rencores pueden saldarse, pero millones de personas aún no han regresado. La mentalidad de ladrón actual me recuerda a los japoneses antes de morir.
Todo el país trabaja en conjunto para ahuyentar a los fantasmas japoneses, se une como uno solo y está alerta ante quienes codician nuestro territorio, para que las montañas y los ríos queden solidificados para siempre como dragones.
Ya que tenemos un país y una familia, debemos enviar flores a los mártires para rendir homenaje a los mártires antijaponeses, y nunca olvidar la humillación nacional hacia él.