Grupo: suele estar formado por 5 a 30 animales.
Origen: Sudáfrica/Desierto de Kalahari
Hábitat: Cueva de hierba, compartiendo cueva con ardillas terrestres y mangostas amarillas.
Movilidad: Las suricatas migran varias veces al año si se quedan sin comida.
Territorio: Los suricatos tienen un fuerte sentido del territorio y se negarán firmemente a que otros grupos de suricatos entren en su territorio.
Guardias: Para muchos animales, las suricatas son pan comido, por lo que mientras otras suricatas buscan comida o toman una siesta, siempre hay uno haciendo guardia.
Principales depredadores: halcones y lobos
Sonidos de alarma: Diferentes sonidos de alarma significan diferentes depredadores.
División del trabajo y especialización: Mangosta macho y mangosta hembra, como líderes del grupo, realizan la mayor parte del trabajo de dar a luz a los niños.
Número de camadas: 2 a 5 camadas.
Ciclo de embarazo: 11 semanas.
Época de reproducción: Las suricatas salvajes son de junio a agosto del año siguiente, y las suricatas en cautiverio durante todo el año.
Alimentación: La suricata hembra se encarga de alimentarse, y la suricata adulta se encargará de los suricatos más jóvenes.
Maduración precoz: La madurez sexual sólo tarda un año.
Las suricatas son animales excavadores. Viven en grandes redes subterráneas de madrigueras con varias entradas, de las que salen únicamente durante el día. Son animales muy sociables y viven en grupos de hasta 40 animales. Los individuos del mismo grupo suelen acicalarse entre sí para fortalecer los vínculos sociales.
Los cónyuges líderes a menudo dejan marcas olfativas en los subordinados del grupo para expresar su autoridad, como este comportamiento.
A menudo acompañadas de lamidos y acicalamientos de la pareja del líder por parte de los subordinados, estas acciones suelen realizarse después de que los miembros del grupo se han reunido después de un período de ausencia. La mayoría de los suricatos de un grupo son hermanos o hijos de la pareja alfa. Los suricatos muestran un comportamiento altruista en sus comunidades. Cuando uno o más suricatos están buscando comida o jugando con otros suricatos, harán guardia para advertirles del peligro que se aproxima.
Cuando detectan un depredador, el centinela gritará una advertencia y los miembros restantes huirán o se esconderán en agujeros repartidos por su territorio. El centinela será el primero en salir de la madriguera para detectar movimientos de los depredadores, dejando a los demás miembros en la madriguera. Sin previo aviso de los amenazantes Centinelas, otros miembros emergerían sanos y salvos.
Las suricatas también cuidan de todas las crías del grupo, y la hembra no fertilizada amamanta a las crías en ausencia de la hembra líder. También protegen a sus crías de cualquier amenaza, incluso a sus vidas. Cuando se les advierte del peligro, estos cuidadores llevan a sus cachorros bajo tierra para buscar refugio, listos para protegerlos si puede surgir algún peligro (como depredadores excavadores). Si no es posible esconderse bajo tierra, la niñera reunirá a los cachorros y los bloqueará con su cuerpo. Se sabe que los suricatos participan en actividades sociales extrañas, incluidas aquellas que parecen luchar o correr.
Se cree que las llamadas de las suricatas son significativas y tienen llamadas especiales para diferentes depredadores. Se desconoce cómo evolucionaron estas convocatorias, son claros ejemplos. El significado no se encuentra sólo en el lenguaje humano, aunque nadie afirmaría que los cantos de las suricatas constituyen un lenguaje.
Más de un grupo de investigadores de campo han informado haber presenciado suricatas realizando ciertos rituales de canto alterando sus sonidos reales y falsos.