En el cuadro, la palabra "tian" no es "campo" sino "diez".
La parte media del cuadro es Tian o Ten. Como el cuadro no es Tian, es Ten. Los acertijos se refieren principalmente a palabras crípticas que aluden a cosas o palabras para que las personas adivinen, y también pueden extenderse a cosas que contienen misterios. Los acertijos se originaron en la antigua China y han pasado por miles de años de evolución y desarrollo. Es un producto cultural creado por la sabiduría colectiva de los trabajadores de la antigua China.
El 7 de junio de 2008, el enigma fue incluido en la segunda tanda de la lista del patrimonio cultural inmaterial nacional. Los acertijos se originaron en la antigua cultura china y fueron creados por la sabiduría colectiva de los antiguos. Es imposible asignar el derecho de inventar acertijos a una sola persona.
Los acertijos se originaron originalmente en la literatura oral popular. Fueron creados por nuestros antepasados en su largo trabajo de producción y práctica de vida. Son una manifestación de la sabiduría de los trabajadores. Posteriormente, el procesamiento y la innovación de las Escrituras dieron lugar al misterio del significado literario. Los acertijos populares generalmente se llaman acertijos y los acertijos literarios son acertijos de linterna, también denominados colectivamente acertijos. En la época de la sociedad esclavista, nuestros antepasados habían comenzado a utilizar canciones oscuras y tortuosas para expresar sus pensamientos.
El cuadro no es una historia corta sobre los campos
Había una vez un granjero que llevaba muchos años cultivando y obtenía una rica cosecha cada año. Tenía un problema, es decir, le gustaba quejarse de sí mismo. Siempre decía que su campo no era lo suficientemente grande ni lo suficientemente fértil, y a veces incluso culpaba a Dios por no permitir que su campo tuviera una cosecha tan buena como la de su vecino.
Un año, el granjero empezó a quejarse nuevamente de su campo. Caminó hasta el medio del campo y comenzó a contar sus problemas. De repente, vio un árbol frente a él. Este árbol era muy grande y denso, y el suelo debajo del árbol también era muy fértil.
Al granjero se le ocurrió una idea. De repente descubrió que su campo podía convertirse en tierra fértil bajo los árboles. Podía plantar árboles en el campo y dejarlos crecer vigorosamente.
El granjero comenzó a actuar. Limpió el campo y plantó muchos árboles. El resultado lo sorprendió. No sólo su campo se volvió más hermoso y habitable, sino que también trajo una cosecha más rica.
Esta historia nos dice que debemos intentar mirar los problemas desde diferentes ángulos y encontrar nuevas soluciones, para obtener mejores resultados.