Después de ver esta película, tengo dos sentimientos:
Primero, ¡los japoneses son demasiado crueles! Su política es: matar, robar y quemar a todos. Bajo su talón de hierro, mataron a todos en una aldea, incluso a las mujeres que estaban dando a luz. Las tácticas japonesas eran tan repugnantes que quise apresurarme y darle una paliza. Nunca olvidaremos este odio.
En segundo lugar, el ejército chino es realmente valiente. Aunque la guerra es cruel y existe la posibilidad de hacer sacrificios en cualquier momento, seguimos avanzando con valentía. Las palabras del abanderado de esta película siempre estarán en mi corazón: Donde está el pueblo, la bandera permanece. No está la gente, pero sí la bandera. Esto refleja plenamente el espíritu del pueblo chino de no temer a la muerte. En esta feroz batalla, aunque nuestro ejército también sacrificó a muchos soldados, la justicia siempre vencerá al mal y el pueblo chino definitivamente ganará. Finalmente, Japón anunció su rendición incondicional.
Esta victoria les permite a los japoneses saber que no es fácil meterse con nosotros, los chinos, y que no nos rendiremos. ¡Si quieres luchar, lucharemos contigo hasta el final!
Los soldados chinos son valientes, ¡saludamos a nuestros héroes!