2. El Jiu-jitsu es definitivamente un arte de controlar la violencia, por lo que puede causar un gran daño al cuerpo humano, pero en el entrenamiento real no es tan violento como la mayoría de la gente imagina. Se puede decir que el control de la violencia es una característica destacada del Jiu-Jitsu. En el entrenamiento, siempre que el oponente golpee el cuerpo o se rinda en el suelo, el oponente debe finalizar todas las acciones incondicionalmente: el Jiu-Jitsu garantiza que la mayoría de los entrenadores puedan desarrollar plenamente el combate real con sus compañeros de entrenamiento sin lesionarse.
3. El Jiu-Jitsu puede mejorar la capacidad de tomar decisiones tranquilas bajo presión: puede aportar diferentes beneficios a todos, e incluso podemos decir que "el Jiu-Jitsu puede aportar el propio Jiu-Jitsu". Pero creo que si más personas aprenden Jiu-Jitsu, más personas y organizaciones se beneficiarán de ello, mejorando su capacidad para tomar decisiones tranquilas bajo presión y mejorando en la elección y el equilibrio entre los dos extremos de la violencia.
4. Saber evitar la violencia que pueda causar daño y enseñar a las personas a encontrar el equilibrio perfecto entre ambas es la parte más valiosa de la educación en todos los deportes de combate, incluido el Jiu-Jitsu. Cuanto más jóvenes empiezan a practicar jiu-jitsu, más feliz soy. Pueden aprender de esto y no ser pacifistas puros ni defender la violencia. Deben aprender a encontrar el equilibrio. Jiu-jitsu, lucha libre, sambo e incluso boxeo, estos deportes de combate pueden enseñarles a utilizar la parte de la violencia que favorece la competición, abandonando al mismo tiempo los elementos negativos de la violencia para que pueda operar dentro de las normas sociales. Éste es el valor social de la práctica de deportes de combate.