Traductor de Li Hongzhang

Hablando de la China moderna, todos sabemos que fue una historia de humillación. Cuando se trata de extranjeros, todos rechinamos los dientes porque estos extranjeros son muy malos. Pero si decimos que estos extranjeros no son buenas personas, no podemos hacerlo. Todavía hay muchos extranjeros que realmente han hecho muchas contribuciones a China. Por ejemplo, durante la guerra chino-japonesa, había trabajadores cualificados británicos en los barcos chinos. No tuvieron miedo de retirarse debido a la guerra, sino que se mantuvieron firmes voluntariamente y finalmente se hundieron en el Mar Amarillo junto con los buques de guerra chinos. Hoy hablaremos de otro extranjero que ha hecho contribuciones imborrables a la causa científica de China. ¡Él es John Fryer!

John Fryer nació en el seno de una familia de clérigos pobres en Inglaterra. Desde niño ha añorado China. Estaba lleno de curiosidad sobre el misterioso antiguo país oriental, por lo que sus compañeros de clase lo llamaban "China Fan" cuando era niño. Después de graduarse de la universidad, decidió ir a China y se convirtió en profesor en Hong Kong a la edad de 22 años.

Más tarde, aprovechó una oportunidad y vino a Shanghai para convertirse en editor en jefe de un periódico afiliado a un grupo de la iglesia, pero no estaba interesado en la obra misional. En ese momento, China estaba atravesando el movimiento de occidentalización, porque tenía un gran talento para el idioma. Durante sus primeros años en China, habló con fluidez mandarín e incluso cantonés.

Cuando Jiangnan Manufacturing Bureau contrató abiertamente a un traductor, John Fryer se postuló decididamente para el trabajo. John Fryer era sólo un misionero en ese momento y en realidad no sabía nada sobre ciencia y tecnología. Pero cuando Li Hongzhang contrató a este extranjero, pensaron que si eras extranjero, debías conocer los principios de las máquinas de vapor. Pero John Fryer finalmente aprendió por sí mismo todo este conocimiento científico y finalmente tradujo estos libros científicos y tecnológicos al chino antiguo.

Al final, tradujo 113 obras, entre química, física, minería, medicina, etc., especialmente química. Por ejemplo, todos los caracteres chinos de la tabla periódica actual fueron creados por John Fryer en aquella época. Trabajar en la Oficina de Fabricación de Jiangnan fue un trabajo duro para él. En ese momento, su esposa acababa de dar a luz a un hijo, pero el niño murió. Ella le pidió que la acompañara, pero John Fryer no pudo reunir el coraje para ir a China. Siempre quiso ser reconocido por China, pero al final los chinos simplemente lo utilizaron como una herramienta.

Más tarde, cuando llegó a Estados Unidos, recordó sus 35 años de arduo trabajo. Dijo que éste era el sueño de Conan y que todos sus esfuerzos en China fueron en vano. Ahora se siente engañado durante estas décadas difíciles. ¿Qué opinas de tu amigo? ¡Por favor deja un comentario!