Tras el fracaso del Movimiento Reformista de 1898, Liang Qichao se exilió en Japón y continuó dedicándose a actividades políticas e investigaciones académicas. Después de la Revolución de 1911, regresó a China y ocupó un puesto importante en el gobierno de Beiyang y participó en la construcción política de China. Tiene profundos logros académicos y ha realizado importantes contribuciones en los campos de la literatura, la historia, la filosofía, etc., especialmente en el campo de la historia. Su "Método de investigación de la historia china" y otras obras tuvieron un impacto importante en el desarrollo de la historiografía china.
En general, Liang Qichao fue un erudito y político versátil y conocedor, y sus pensamientos tuvieron un impacto importante en el desarrollo de la historia china moderna.