Cuando los franceses se levantan por la mañana, siempre desayuna primero. A menudo se sientan en la cama y desayunan, luego se cepillan los dientes, se lavan, se limpian y luego salen a trabajar. Dijeron: ¿Cómo se puede desayunar con la boca llena de pasta de dientes?
2. Primero debes concertar una cita.
Los franceses prestan atención a concertar citas para todo: concertar citas para comidas, concertar citas en el banco, concertar citas para reparaciones de coches, concertar citas para tratamientos médicos e incluso cortes de pelo. ¡Se requieren reservaciones para visitas de negocios y visitas privadas también! Algunas fechas son terribles. Ya sea en la oficina o en casa, es raro que un invitado no invitado cruce la puerta.
La mayoría de supermercados, tiendas y centros comerciales tienen la tradición de permanecer cerrados los sábados y domingos.
Los franceses creen que todo el mundo tiene derecho al descanso, incluidos los empleados de las tiendas. El domingo es un momento para que todos descansen, se reúnan con sus familias y pasen el rato. Este es un tiempo libre que no se puede quitar. Si estudias en Francia, asegúrate de prestar atención a los horarios de apertura de los supermercados y ¡no pases hambre el domingo!
Nunca comen snacks.
Las francesas tratan la cena con almohadas muy calientes. Están contentos, por lo que no necesitan bocadillos y no comen fuera del horario de las comidas. Tienen excelentes hábitos alimentarios que son nutricionalmente sanos y no les provocan sobrepeso.
5. No planees ir al gimnasio.
Cada vez más gente acude a los gimnasios en China, pero en Francia, salvo unos pocos, es raro encontrar a alguien que abra las puertas antes de tiempo. Los franceses prefieren añadir ejercicio a su vida diaria, como caminar al trabajo, ir en bicicleta a la escuela y jugar al tenis durante las vacaciones. Pocas personas van al gimnasio a hacer ejercicio.
6. Tener excelentes habilidades para estacionar.
En Francia no es frecuente ver grandes aparcamientos y plazas de aparcamiento en Sanssouci. Ya sea en la ciudad o en el campo, ¡acordarse de estacionar puede ser complicado!
7. El camarero puede ser poco amable.
Los camareros franceses no trabajan para recibir propinas y mucho menos vienen cada cinco minutos a preguntarte lo que necesitas. Cuando vayas a Francia, podrás olvidarte de la actitud de servicio que conocías en el pasado. No esperes que sonrían cuando te vean.
8. Comer a las 5 de la tarde es imposible.
En Francia, las 8 en punto suele ser la hora de la cena pública. Puedes comer temprano o tarde, comer en casa o salir a comer. Si quieres comer a las 5 o 6 en punto, probablemente no te abran ningún restaurante.