No sé lo que dije.
Pero no quiero hacerte daño.
Cuando supe la verdad,
Sentí que iba a morir
Duele más lastimarte a ti que lastimarme a mí mismo
Entonces me miraste.
Deja de gritar
Estás muy callado.
Ahora estoy dispuesto a darlo todo por ti.
Cada vez que digo algo, me arrepiento y lloro, diciendo “no quiero perderte”, pero no sé por qué sé que no me dejarás.
Porque naciste para mí.
Te haré saber lo feliz que me haces.
No puedo vivir sin ti a mi lado.
Te necesito vivo.
Por favor, quédate conmigo.
Mirándome a los ojos, es pedir perdón.
Me perdonas otra vez.
Tú eres mi único amigo verdadero.
Nunca quise hacerte daño.