Lo “razonable” o “racional” de Hegel significa que dado que existe, debe tener una razón para su existencia. Aquí no hay absolutamente ningún significado "correcto", y mucho menos "razonable", por lo que no se puede cuestionar, objetar ni cambiar. El principal malentendido aquí reside en la ambigüedad de la palabra "razonable" en China, que contiene la lógica de que "razonable es igual a razonable, razonable es igual a correcto, es igual a inmutable".
La razón por la que la historia perdura es que cada paso del progreso en la sociedad humana se logra reexaminando y evaluando la historia pasada. Sin embargo, una reflexión más profunda sobre la historia a menudo encuentra fuertes oposición y resistencia. La resistencia proviene del miedo a los intereses creados y, más aún, de las limitaciones cognitivas y los malentendidos. Una de las armas poderosas contra los resistentes es la sentencia de Hegel. Si todo lo que existe es razonable, ¿por qué siguen susurrando? Lo que dijiste tiene sentido. Aquí, los oponentes confunden intencionalmente o no la racionalidad de la historia con la racionalidad del valor.
La llamada racionalidad histórica se refiere a la objetividad de la historia, incluyendo la causa, el proceso y el final de un hecho histórico. Explorar la racionalidad de la historia es explorar y estudiar las motivaciones, mecanismos y cambios detrás de la ocurrencia de eventos históricos al igual que estudiar los fenómenos naturales se refiere a la comprensión subjetiva de las personas, incluida la evaluación de los eventos históricos. Si un evento histórico específico tiene un valor razonable se basa en la voluntad subjetiva del evaluador. Por lo tanto, para un mismo acontecimiento histórico, muchos evaluadores suelen tener valoraciones muy diferentes. Por supuesto, la evaluación consensuada de la mayoría de la gente debe reflejar la conciencia dominante de la sociedad en esta etapa histórica específica.
Curiosamente, las evaluaciones distintivas del mismo evento o figura histórica ocurren no sólo entre diferentes evaluadores en la misma época, sino también entre diferentes épocas. Los tiempos han cambiado, los valores de la gente han cambiado y la idolatría del pasado puede convertirse en basura despreciable. Por ejemplo, mucha gente solía creer que "el ganador es el rey y el perdedor es el bandido". Mientras se hagan las cosas, recurrir a los tres abusos se considera razonable. Ahora la gente entiende la "justicia procesal" y comienza a desaprobar que "el fin justifica los medios".
Si observamos y resumimos cuidadosamente, podemos encontrar que la reevaluación de la historia pasada es a menudo un presagio de cambio y progreso social, lo que indica que la conciencia social dominante con los valores como núcleo ha cambiado. Este desarrollo y cambio de la racionalidad de valores seguramente creará una nueva y mejor historia para la humanidad.