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La nación china siempre ha considerado la integridad como una excelente virtud tradicional, y las personas íntegras suelen tener carisma. ¿Recuerdas todavía la matanza de cerdos de Zengzi y las reformas de Shang Yang? Matar un cerdo es un asunto trivial, pero no importa lo trivial que sea, debes mantener la calidad de la integridad. ¿Seguirá siendo Zengzi el Zengzi en el que compiten cien escuelas de pensamiento? Sin la honesta promesa de Shang Yang de que "quien mueva madera obtendrá cien", ¿cómo podría tener éxito la reforma? ¿Qin todavía puede gobernar el país?

“Las personas se basan en la honestidad y la fe”. Elige la honestidad, porque la honestidad es más honesta que la inteligencia. Elegir la honestidad es la elección correcta. Cuando lo pesas uno por uno, y cuando lo filtras capa por capa, de repente descubres que lo más encantador bajo el velo de la vida es la honestidad menos artificial, la menos artificial.

Quizás a los ojos de muchas personas, a veces la integridad parece tonta y sin sentido, porque la integridad suele ir acompañada de la pérdida del interés propio y, al mismo tiempo, de la pérdida de cosas que consideran importantes. y cosas que no valen la pena. Pero pensemoslo bien, tal vez la próxima persona en sufrir una falta de integridad seas tú y quienes te rodean.

Tal vez puedas obtener pequeñas ganancias rompiendo tu promesa, pero cuando la flor pierde su fragancia, por muy hermosa que sea, no puede escapar al destino de la apoptosis. La honestidad es así, es la fuente de la refrescante fragancia de la flor de la personalidad. Con integridad, la personalidad tiene su propia alma.

Tal vez puedas obtener pequeñas ganancias rompiendo tu promesa, pero cuando la flor pierde su fragancia, por muy hermosa que sea, no puede escapar al destino de la apoptosis. La honestidad es así, es la fuente de la refrescante fragancia de la flor de la personalidad. Con integridad, la personalidad tiene su propia alma.

Tal vez soy simplemente una persona común y corriente entre todos los seres vivos y no puedo atraer la atención del mundo como un gran hombre. Pero elijo ser honesto, lo cual no sólo proviene del mundo exterior, sino que también proviene de mi autodisciplina y mi propia fuerza moral. Aunque soy tan corriente, corriente y desconocido, no debo perder los cimientos de la vida y el trabajo. ¡Que la integridad esté conmigo!