Una vez, mientras caminaba por un estanque de lotos bajo la lluvia, vi un estanque de nubes verdes, con un loto rojo medio abierto único en el medio.
Me detuve por un momento en shock, como si no pudiera abrirla. Pensé que no tenía nada que decir, ¡pero en cambio vi un loto rojo que no olía fragante!
La lluvia en el cielo es indiferente, ¡pero hay un loto tan rojo en el gris distante! ¡Como un fuego a punto de encenderse, como una lata de color a punto de derramarse! Me paré junto a la piscina y, aunque no quería ver la luna, casi me resbalo.
¿No es la vida sólo una lluvia? Una vez te regocijaste en la ignorancia, alguna vez reflexionaste en la obsesión, pero la mayoría de las veces tuviste que soportar el frío y la humedad, tuviste que soportar el desamparo y la soledad, y viviste con la ilusión de un día soleado.
Sin embargo, mira ese loto, qué concentrado y desinteresado es bajo la lluvia. Cuando no hay luz solar, es la luz solar misma. Cuando no hay alegría, ¡hay alegría misma! ¡Qué mundo tan perfecto y autosuficiente hay en una flor de loto!
Un charco de verde, un charco de canciones silenciosas, un camino discreto en el campo: ¿la verdad sólo se encuentra en los libros de filosofía? ¿Sólo el instituto de investigación tiene la respuesta? ¡Cuántas imágenes de belleza y bondad ha pintado un simple He Yu, y cuántos siglos de orgullo ha sido sostenido por una esbelta hoja verde!
Si hay una carga en el estanque y una carga en el corazón, ¿qué pasará durante la larga temporada de lluvias?