Más tarde, cuando era un poco mayor, la madre de Billy le regaló algunos lápices y un libro de imágenes. Empezó a dibujar, pero no podía hacerlo bien. Cuando Billy tenía cinco años, su madre le dio una pequeña pizarra, tiza y una goma de borrar. Le gustan mucho. Un día le pidió a su padre que hiciera un dibujo en la pizarra. Lleva mucho tiempo pintando. Pero cuando miró su foto, se sintió infeliz.
"Bueno", le dijo a su madre, "le estoy dibujando una cola para que sea un mono".