Si quieres conocer la precipitación mensual en un lugar, un mes de observaciones definitivamente no es suficiente. Cualquier mes puede ser anormalmente soleado o lluvioso. En cambio, uno debería estudiarlo durante varios meses o al menos un año o incluso diez años y promediar todos los datos. El resultado promedio puede no ser completamente consistente con un mes específico, pero intuitivamente el resultado dará una cifra de precipitación estándar mucho más precisa que si solo se estudiara un mes. Este principio es universal en los campos de la ciencia observacional y experimental. Elimina errores de medición y fluctuaciones aleatorias a través de múltiples mediciones. El lema del carpintero "Mira antes de saltar" es también un ejemplo de este sentido común.
En el caso de la lluvia, utilizamos un número para representar o aproximar en cierta medida el efecto de todos los datos de medición. De manera más general, los objetos de baja dimensión se utilizan a menudo para aproximarse a objetos de alta dimensión por diversas razones teóricas y prácticas. Este método se puede utilizar para tareas como eliminar errores o ignorar detalles irrelevantes, extraer señales o encontrar tendencias a partir de datos ruidosos, reducir grandes cantidades de datos a cantidades manejables o reemplazar funciones complejas con aproximaciones simples. No esperamos que esta aproximación sea muy precisa. De hecho, en muchos casos no es necesario ser muy preciso. Pero a pesar de esto, queremos que sigan siendo similares a los datos originales. En el campo del álgebra lineal, queremos proyectar un vector desde un espacio de alta dimensión a un subespacio de baja dimensión. Una de las formas más comunes y convenientes de hacerlo es el método de mínimos cuadrados.