Muestra de investigación laboral:
Los primeros días nunca había oído hablar de muchos programas de formación. El líder del escuadrón me explicó pacientemente los aspectos esenciales de los movimientos y me los demostró una y otra vez. Yo los tomé en serio en mi mente. No me llevó mucho tiempo dominar los conceptos básicos de los movimientos y aprender nuevos contenidos de entrenamiento. El deber es la mejor batalla y el centinela es el mejor campo de batalla. Hacer guardia es una tarea importante del escuadrón. Especialmente en el período especial de la seguridad olímpica, el deber es particularmente importante.
Mientras hacía guardia, concentré toda mi energía y no me atreví a relajarme ni un segundo. Cada vez que realizo una tarea con seriedad y éxito, comprendo cuán pesada es la responsabilidad sobre mis hombros en ese momento. Cumplir con su puesto y trabajar diligentemente es su mayor contribución a los Juegos Olímpicos. Todos los oficiales y soldados son muy serios y tienen un fuerte conocimiento de la situación del enemigo. Vigilan resueltamente durante 1 minuto y 60 segundos de seguridad.
Ensayo de muestra sobre el sentido de responsabilidad:
Después de reportarme al escuadrón, viví, estudié y entrené con los oficiales y soldados del escuadrón. Aprendí muchas cosas a las que no estuve expuesto en la escuela. Familiarícese con la vida diaria de los oficiales y soldados del escuadrón y el trabajo diario de las unidades de base. Tengo una comprensión más profunda de un soldado, un verdadero soldado.
En el colegio, nuestra formación era la formación sencilla y la aptitud física general. En ese momento pensé que mientras tuviera buenos movimientos en la cola y una buena condición física, podría convertirme en un soldado calificado y un excelente soldado. Pero en mi opinión me equivoqué. La idea en ese momento era realmente demasiado simple y se daba por sentada.
Muestra de inspiración para el deber:
No es fácil ser un soldado calificado, y es aún más difícil ser un soldado excelente. El servicio militar es una responsabilidad y somos personas con una misión sagrada. Lo que más hice en el escuadrón fue el entrenamiento y el deber. Hay tiempo para organizar actividades de entretenimiento. El plan de formación es muy científico. En tan solo unos días de entrenamiento, mi calidad militar ha mejorado significativamente.
A lo largo de este período de estudio modesto y prudente, aunque nunca he estado en primera línea ni participado en un rescate de emergencia o ayuda en desastres, ya he adquirido una comprensión perceptiva de mi vida futura. En la vida futura, debemos establecer la idea de respetar a los cuadros, amar a los soldados y amar a los oficiales de policía que practican artes marciales, y esforzarnos por cultivar el espíritu de lucha de la fuerza policial armada.