Rogando por el texto completo de "Habas de acacia con ágata roja"

En mi tiempo libre, les conté a varios colegas jóvenes una triste historia de amor "Onyx Acacia". La historia se basa en el tesoro del palacio de guardia durante la guerra: Onyx Acacia. eunuco y doncella de palacio en el palacio de la dinastía Qing. El destino de alegrías y tristezas de la protagonista hizo que una joven colega estallara en lágrimas. Un joven colega la consolaba con ojos tiernos de vez en cuando. Lo sabía: estaban enamorados, pero aún no lo habían hecho público.

Después de contar la historia, dije muy románticamente: "Quiero ser joyero y producir un lote de exquisitas semillas de acacia y ágata roja, dos en un juego, una caja cada una, vendidas especialmente a aquellos Amantes que Nunca me case." Todos vitorearon y vitorearon.

Se puede decir que esta chica es mi mejor amiga. Su inocencia y talento son lo que más me gusta. Ella me contó en voz baja sobre el desarrollo de su relación con el chico. Al mirar sus ojos que brillaban porque disfrutaba del amor sincero del sexo opuesto, me sentí sinceramente feliz por ella.

Pero poco después llegó la noticia de que los padres del niño estaban golpeando a los patos mandarines. El niño no pudo resistir la coerción de sus padres usando el cariño familiar como moneda de cambio, y le dijo a la niña: " No esperaba que esa desafortunada historia resultara ser una metáfora. Nuestro final." La niña derramó lágrimas y permaneció en silencio, luego me preguntó: "¿Has hecho tus frijoles de ágata roja? Probablemente soy el primer comprador". Después de eso, ella miró impotente. Hilos de lágrimas de cristal salieron de mis hermosos ojos.

Estoy decepcionado, me quedo sin palabras y no sé por qué conté una historia así en primer lugar.

Me culpo y lamento no haberle traído la mala suerte de la historia a esta chica enamorada.

La gente dice: "Si hay una niña en el mundo, habrá un niño esperándola". Querida buena niña, espero que conozcas a un joven que te ame y aprecie. Los brazos te protegerán de cualquier daño, y su corazón que te ama apasionadamente reemplazará para siempre esa etérea haba de acacia de ágata roja.