1. El principio de trasfondo histórico: los personajes históricos surgen de un trasfondo histórico específico. La evaluación debe ser investigada y analizada en el contexto de su época y entorno histórico. Los diferentes períodos históricos tienen diferentes trasfondos políticos, económicos, culturales y sociales, y las acciones y decisiones de los personajes históricos a menudo ocurren en esos trasfondos. Por lo tanto, al evaluar personajes históricos, debemos considerar de manera integral la influencia y las limitaciones del trasfondo histórico.
2. Principio de objetividad y equidad: La evaluación de personajes históricos debe ser objetiva y justa, sin prejuicios ni emociones personales. Los personajes históricos actúan y ejercen influencia dentro de determinados contextos sociales, políticos y culturales. Para evaluar a los personajes históricos es necesario examinar si sus acciones se ajustan a estándares éticos reconocidos basados en los valores y normas morales de la época en la que vivieron. La evaluación de personajes históricos no debe basarse en prejuicios personales y sentimientos subjetivos, sino que debe basarse en una actitud objetiva y justa para evaluar sus contribuciones y defectos.
3. Principio de evaluación multidimensional: Para evaluar personajes históricos, es necesario examinar su comportamiento e influencia desde múltiples ángulos y dimensiones. La evaluación de personajes históricos no sólo evalúa sus cualidades personales y las cosas que han hecho, sino que también considera su contribución e impacto en la sociedad, la política, la cultura y la ciencia y la tecnología. Por lo tanto, la evaluación de personajes históricos debe examinar su influencia y valor desde diferentes dimensiones y ángulos, incluidos, entre otros, los antecedentes históricos, las cualidades personales, las cosas hechas y el impacto.