Las carreras de vallas se originaron en Inglaterra en los siglos XVII y XVIII. En aquella época, la ganadería británica estaba muy desarrollada y los pastores jóvenes y activos a menudo entraban y salían de los rediles de las ovejas, persiguiéndose y jugando entre ellos. Más tarde, el juego se desarrolló gradualmente hasta convertirse en el moderno deporte de vallas.
En 1864, los británicos incluyeron por primera vez las carreras de obstáculos como una prueba de atletismo. Al principio, la carrera de obstáculos no prestaba atención a la postura y la velocidad era relativamente lenta. En 1897, el alemán-estadounidense Krenzlein creó el avanzado "paso con vallas", utilizando por primera vez la tecnología de vallas con piernas rectas. En 1907, el estadounidense Smithson adoptó una postura de la parte superior del cuerpo semiflexionada al cruzar las vallas. En los IV Juegos Olímpicos de 1908, creó el primer récord del mundo de 110 metros de altura (106,7 cm de altura).