Renunciar para tomar el examen de ingreso de posgrado requiere una consideración cuidadosa y la decisión debe tomarse en función de su propia situación específica y su plan de carrera.
Beneficios:
Mejor preparación para el examen de ingreso al posgrado: Después de renunciar, puede concentrarse en prepararse para el examen de ingreso al posgrado, evitando estar ocupado con el trabajo y el estudio, lo cual es más propicio para lograr buenos resultados.
Mejorar la competitividad personal: la educación de posgrado tiene ventajas obvias en algunas industrias y puestos. Renunciar a estudiar estudios de posgrado puede mejorar la competitividad profesional.
Explore nuevas direcciones profesionales: en el proceso de abandonar el examen de ingreso de posgrado, puede tener más tiempo y energía para pensar en su plan profesional, explorar nuevas direcciones profesionales y posiblemente encontrar una carrera que sea más adecuada. para ti.
Desventajas:
Presión financiera: debe hacerse cargo de sus propios gastos de manutención después de renunciar, más las tarifas del examen de ingreso de posgrado, lo que puede generarle cierta presión financiera.
Pérdida temporal de experiencia laboral: Puedes perder tu trabajo por un período de tiempo después de renunciar, lo que puede tener cierto impacto en algunas industrias y puestos.
Incertidumbre: los resultados del examen de ingreso de posgrado son inciertos y el riesgo de abandonar el examen de ingreso de posgrado es relativamente alto. Si no realiza el examen de ingreso de posgrado, es posible que deba buscar un nuevo trabajo, lo que puede llevar algún tiempo.
En general, renunciar a realizar el examen de acceso a posgrado requiere una cuidadosa consideración y una decisión basada en la propia situación específica y plan de carrera. Si tiene suficiente capacidad financiera y determinación, dejar su trabajo para realizar el examen de ingreso de posgrado puede convertirse en un punto de inflexión importante en su desarrollo profesional.