1. La decisión del árbitro no se puede cambiar, por lo que las exigencias de estos aficionados no son razonables.
Según las reglas pertinentes, la sanción del árbitro es definitiva y no se puede cambiar. Debido a esto, no es razonable e ilegal que estos fanáticos exijan una revancha. Y a juzgar por las circunstancias históricas, no hay precedentes de una revancha por exigencia de la afición. Por tanto, el resultado de este juego es seguro e irreversible. No es razonable que estos fanáticos exijan una revancha.
2. La decisión del árbitro no fue incorrecta, por lo que las demandas de estos fanáticos no son razonables.
A juzgar por todo el proceso de este juego, aunque no se puede decir que sea 100% exacto, no hay problemas, errores de juicio ni omisiones. Por tanto, no hay razón para existir por el problema del árbitro. En cuanto a la situación de la entrada de jugadores suplentes al campo, de hecho, ambos jugadores la han tenido. Si realmente es necesario abordarlo, ambas partes deben tratarlo por igual y el resultado final no tendrá ningún impacto en el juego.
3. Las demandas de estos fans son infundadas y, por tanto, irrazonables.
Según las normas vigentes, los aficionados no tienen derecho a decidir sobre las repeticiones o los partidos. Desde esta perspectiva, las exigencias de estos aficionados son irrazonables e irregulares. De hecho, la razón fundamental por la que estos fanáticos hicieron esta solicitud es que el equipo al que apoyaban perdió. Pero si piden una revancha porque el equipo al que apoyan perdió, es muy difícil de decir. Entonces estos fanáticos enfrentaron la realidad y se dieron por vencidos.