Según la apreciación de la música acuática, esta música es muy armoniosa con el entorno en ese momento, rápida y lenta, por lo que no es aburrida de escuchar.
La música del agua también se llama música del agua y música del barco. Handel la compuso en 1715 como suite orquestal. Cuenta la leyenda que se tocó en el río Támesis en Londres, Inglaterra, para el recién entronizado rey Jorge I, por lo que tiene fama de música acuática.