Históricamente, Sun Yat-sen fue un patriota chino y un luchador antiimperialista que defendió los "Tres Principios del Pueblo", es decir, la independencia nacional, la política democrática y la felicidad del pueblo. Después de derrocar al régimen Qing, varios intentos de establecer un nuevo régimen terminaron en fracaso. Pero su espíritu y sus pensamientos sangrientos abrieron el camino y señalaron la dirección para la revolución china. Sentó las bases y la visión de la revolución y sentó una base sólida para la posterior construcción y desarrollo nacional de China.
Por lo tanto, Sun Yat-sen es conocido como "el pionero de la Revolución de 1911" y "el precursor del rejuvenecimiento nacional". Sus pensamientos y acciones tienen un valor histórico y un significado práctico que no puede subestimarse.