¿De qué hablan los taoístas chinos?

El pensamiento taoísta es exactamente lo opuesto al pensamiento legalista. El taoísmo aboga por dejar que la naturaleza siga su curso y cree que la ley (que es diferente de la ley) (es como la física, y la ley es creada por el hombre) es una esclavitud para las personas y debe ser abandonada por completo, mientras que el legalismo defiende que las personas deben ser castigadas; por la ley y cree que los seres humanos son muy tercos, deben gobernar el mundo con autoridad.

Aunque el taoísmo tiene diferentes escuelas, el tema es el mismo: con el "Tao" como base, no hay acción.

El núcleo del pensamiento taoísta es el "Tao". Lao Tse dijo una vez en sus escritos: "Las cosas surgen en armonía y naturalmente. ¡Tranquilo! ¡Escaso! Independiente e inmutable, libre y sin peligro, puede ser la madre del cielo y de la tierra. No sé su nombre, así que Lo contaré." ("Laozi" Capítulo 25). Laozi propuso que Tao es el origen del universo y la ley del movimiento de todas las cosas en el universo. Esta visión fue posteriormente apoyada por varias escuelas taoístas y se convirtió en el núcleo más básico del taoísmo. Diferentes escuelas tienen diferentes interpretaciones del "Tao", pero en la historia de la filosofía china, fue la primera vez que el concepto de "Tao" se utilizó para explorar el origen de todas las cosas en el mundo, lo que abrió la tradición china de hablando de metafísica. Ésta es una de las contribuciones destacadas del taoísmo.

La relación entre el "Tao" y todas las cosas es estática. "Tao" es la garantía última para la coexistencia de todas las personas y cosas, el valor más elevado y la fuente última de valor. En términos de dinámica, Tao es la estructura y fuerza impulsora del orden, "naturaleza" o "fuerza natural", y el principio de realización que permite que todas las cosas coexistan, continúen, se transformen y se desarrollen. El taoísmo cree que, aunque todas las cosas en el mundo tienen formas diferentes, tienen el mismo origen. Como dice el refrán: "El cielo y la tierra coexisten conmigo y todas las cosas son una conmigo" ("Zhuangzi: Teoría de todas las cosas"). Por lo tanto, la gente debe comprender y respetar plenamente las leyes de la naturaleza y hacer que todo en el universo sea "autosuficiente". Los individuos y la sociedad también son interdependientes. Para cultivar el budismo, no sólo debemos "medirnos a nosotros mismos", sino también "medir a los demás" y beneficiar al mundo de diversas maneras apropiadas.

Los taoístas consideran la "inacción" como una de las características importantes del "Tao". No significa inacción, sino actuar sin rumbo y sin una cuidadosa consideración. "Gobierna sin hacer nada, ¿es obediente? ¿Qué es un marido? La base pública está en el sur". ¿No gobernó el emperador Shun sin hacer nada? ¿Qué hizo? Sólo para mantener su dignidad y permitir que la gente mire hacia el sur con respeto. Los taoístas creen que cualquier comportamiento determinado puede conducir a desviaciones en el comportamiento mismo. "Seis parientes no son filiales." Cuando defendemos la piedad filial y la armonía, los propios miembros de la familia no son honestos ni armoniosos, de lo contrario no serían necesarios. En los escritos taoístas abundan frases que expresan puntos de vista similares. Dependiendo de cómo abordar los problemas, la actitud de "inacción" puede aplicarse no sólo a la política, sino también al autocultivo. Partiendo de la premisa de adherirse a la esencia de la "inacción", las escuelas taoístas suelen darle a la "inacción" una connotación más rica.

Los taoístas consideran el valor de la vida como más importante que las cosas externas, principalmente la fama y la fortuna. Lao Tse enfatizó que el gobernante debe ser pesado (este cuerpo debería serlo) y no estar obsesionado con nombres y productos. Desde entonces, diversas escuelas de pensamiento han propuesto la idea de que la luz (la no obsesión) es importante. Zhuangzi y Liezi elevaron la idea del "sabio interior" a un nuevo nivel.