Bajo la influencia de la epidemia, ¿cómo han cambiado nuestros hábitos de vida?

La epidemia nos ha traído muchos cambios, entre ellos: estilos de vida y hábitos de comportamiento.

Primero, el estilo de vida.

La epidemia exige que prestemos atención a los hábitos de higiene y reduzcamos el contacto cercano, incluido el contacto físico y el contacto con objetos. Tengamos mejores hábitos de higiene, como lavarnos las manos después de recoger el envío urgente, usar palillos públicos al manipular los palillos, rociar desinfectante antes de entrar por la puerta y usar una máscara antes de salir. Especialmente en materia de alimentación, vestimenta, vivienda y transporte, se ha reflejado mucho: al acudir a lugares concurridos, es necesario mostrar su código sanitario. Si vas a un lugar lleno de gente, tienes que volver a casa y darte una ducha. Si tomas el autobús, puedes sentarte un poco más lejos. Dale a tu teléfono un limpiador o algo así como un desinfectante cada pocos días.

En segundo lugar, los hábitos de comportamiento.

Estamos acostumbrados a mostrar nuestros códigos sanitarios, hacernos pruebas todos los días, consultar las noticias para ver si hay nuevos pacientes y usar mascarillas antes de salir.