Los niños tienen muy poca paciencia. Cuando quieren defecar en el supermercado, generalmente no buscan primero el baño como los adultos. Los supermercados son lugares públicos. Si los niños tiran basura en el supermercado, la gente que los rodea se aburrirá fácilmente con la basura. Antes de entrar al supermercado, las madres deben ponerles a sus hijos pañales que tengan buena absorbencia y que no se pierdan fácilmente. Esto evitará que hagan cosas molestas en público y hará que las madres se sientan más cómodas cuando visiten el supermercado.
2. Sigue hablando con tus hijos sobre la compra de cosas.
A partir del año de edad, los niños pueden comprender y pronunciar algunas frases sencillas. Cuando lo lleva al supermercado, Ma Bao puede decirle constantemente lo que necesita comprar y dejar que el niño repita lo que dijo Ma Bao. Esto no sólo mejorará la memoria del niño, sino que también ejercitará sus habilidades de expresión y descripción del lenguaje, lo que será de gran ayuda para su crecimiento y desarrollo futuro.
3. Deja que el niño lo saque.
A la hora de comprar, la madre debe decirle al niño lo que necesita antes de felicitarle por el producto, y luego dejar que lo alcance. Si lo hacen bien, las madres pueden elogiar apropiadamente a sus hijos o darles algún estímulo material; si obtienen lo incorrecto, las madres no deben preocuparse y guiarlos lentamente para que obtengan lo correcto. Este comportamiento no sólo puede aumentar el entusiasmo del niño por cosas nuevas, sino también mejorar su capacidad para pensar en las cosas a las que está expuesto.
4. Haz preguntas a tus hijos
Además, las madres suelen hacer algunas preguntas a sus hijos, por ejemplo, cuando ven una determinada verdura, preguntan "¿Qué es esto?". ¿De qué color es esta verdura?" Este tipo de comportamiento no solo puede fortalecer la memoria de los niños, sino también desarrollar la capacidad de pensamiento lógico de los niños, cultivar buenos hábitos de pensamiento y desempeñar un papel importante en el desarrollo futuro de los niños.
La mayoría de los hábitos de los niños se desarrollan desde la infancia. Los padres tienen una gran influencia en la formación de hábitos, por lo que las madres deben prestar atención a sus métodos a la hora de criar a sus hijos.