El término "electricidad" se deriva de la palabra griega "ámbar"
El primer fenómeno eléctrico descubierto por el hombre fue la electrificación por fricción. Alrededor del año 600 a.C., cuando la antigua Grecia estaba en su apogeo cultural, a las mujeres aristocráticas les gustaba usar ropas de seda suave y joyas de ámbar cuando salían. El ámbar es una resina fosilizada. Aparecerá de color amarillo brillante o rojo cuando se exponga a la luz, y era una decoración relativamente cara en ese momento. La gente siempre limpia sus joyas de ámbar cuando sale. Sin embargo, por muy limpio que esté, absorberá rápidamente el polvo de la capa superior. Aunque muchas personas han notado este fenómeno, por el momento no pueden explicarlo. Un griego llamado Tales estudió este asombroso fenómeno. Después de observar y pensar cuidadosamente, notó que las joyas de ámbar que colgaban de su cuello seguían temblando cuando la gente caminaba, frotándose con frecuencia contra la ropa de seda de su cuerpo, lo que lo inspiró. Después de muchos experimentos, Tales descubrió que el ámbar frotado con seda tenía la capacidad de atraer polvo, pelusas, paja y otros objetos ligeros. Por eso llamó a esta fuerza incomprensible "electricidad".
Edison tenía un generador antes de inventar la bombilla. Los antecedentes históricos son los siguientes:
En 1660, Gehrig construyó el primer generador de fricción giratorio del mundo, pero producía electricidad estática y, por tanto, era difícil de poner en práctica.
En 1780, el médico italiano Gianni estudió la corriente generada por reacciones químicas en lugar de por electricidad estática a partir de la respuesta de los tejidos animales a la corriente eléctrica. Afirmó que el tejido animal podría generar electricidad. Aunque se demostró que su teoría era errónea, sus experimentos avanzaron en el estudio de la electricidad.
En 1799, el físico italiano Volta demostró que la corriente eléctrica de Jaffni no provenía de animales. Cualquier objeto húmedo colocado entre dos metales diferentes produciría una corriente eléctrica. Este descubrimiento condujo directamente a la invención de Volta de la primera batería del mundo en 1800.
En 1821, el físico británico Faraday inventó el primer motor eléctrico del mundo. Aunque este dispositivo es simple, es el antepasado de todos los motores eléctricos del mundo actual. Este es un gran avance. Sin embargo, su uso práctico es todavía muy limitado porque no existe otra forma de generar electricidad que no sean simples baterías.
En 1831 Faraday descubrió que cuando un imán pasa por un circuito cerrado, se genera una corriente en el circuito. Este efecto se llama inducción electromagnética. Una de las mayores aportaciones de Faraday. Como resultado, inventó el primer generador del mundo capaz de producir corriente eléctrica continua. Todos los generadores del futuro se construirán según el mismo principio de inducción electromagnética.
Desde entonces, la humanidad ha entrado en la era de los aparatos eléctricos y han comenzado a aparecer diversos aparatos eléctricos prácticos.
En 1879 Edison inventó la primera bombilla incandescente práctica del mundo.
Desde que Edison inventó la luz eléctrica, las centrales eléctricas de todo el mundo se han desarrollado rápidamente.
La central eléctrica de Pearl Street se puso en funcionamiento en Manhattan, Nueva York, en 1882 y es conocida como la central eléctrica más antigua del mundo. Dispone de seis grupos electrógenos con motor de vapor de 120 kW.
La primera central eléctrica de China también se construyó en 1882. Fue establecido por los británicos en la Concesión de Shanghai. En aquella época, las centrales eléctricas estaban diseñadas para alimentar la iluminación eléctrica. Los antiguos habitantes de Shanghai llaman a las plantas de energía empresas de iluminación eléctrica, probablemente por esta razón.