Aunque "microplásticos" es un término nuevo para el público y los expertos de las Naciones Unidas lo han catalogado durante mucho tiempo como un "asesino suave" de la vida marina, su daño es equivalente al de la basura marina a gran escala. Hoy en día, la aparición de microplásticos está causando un gran daño a los peces y otras formas de vida marina contaminados. Además del cuerpo humano, los restos de plástico no sólo aparecen en China, sino que cada vez más países prestan atención a esta nueva amenaza.
De hecho, desde que el químico estadounidense Baekeland fabricó resina fenólica a partir de fenol y formaldehído en 1909, la humanidad ha entrado en la era del plástico. Durante los últimos cien años, el plástico ha aportado una gran comodidad a la vida de las personas. Sin embargo, dado que todos los productos plásticos son polímeros de alto peso molecular y no son biodegradables, plantean graves problemas medioambientales. Aparecen por primera vez los plásticos sintéticos. Como "padre del plástico", Baekeland no podía imaginar que este fuera considerado alguna vez como el mayor invento del siglo XX.
Está elaborado a partir de una reacción química entre fenol y formaldehído. Desde entonces, los plásticos fenólicos se han convertido en teléfonos, radios, armas, cafeteras, joyas e incluso la primera bomba atómica en detonarse. El éxito de los plásticos fenólicos ha cambiado las ideas de la gente. En las décadas de 1920 y 1930 aparecieron diversos plásticos en laboratorios de todo el mundo. La gente fabrica poliestireno para embalajes, nailon para calcetines, polietileno para bolsas de plástico, etc.
Las investigaciones también muestran que las partículas de plástico con un diámetro inferior a 20 micrones pueden entrar en el sistema circulatorio sanguíneo y acumularse en los órganos internos. En cuanto a si causará daño, se necesita más investigación.