El pinyin de tímido es dǎn qiè, que significa tímido.
Describir a alguien como si tuviera mucho miedo es una actividad psicológica. Cada niño espera que su comportamiento sea reconocido por los adultos. Por lo tanto, los adultos a menudo deben utilizar comentarios y comentarios positivos (como estímulos, caricias, asentimientos y sonrisas, etc.) para elogiar adecuadamente el comportamiento de los niños. , los adultos deben ser buenos para descubrir las fortalezas de los niños y elogiarlos de manera oportuna.
Permite que los niños vean sus propias fortalezas y experimenten felicidad y satisfacción, estimulando así sus ganas de seguir progresando y potenciando su confianza en sí mismos. Para aquellos niños tímidos, se debe educar a sus pares para que los acepten, los cuiden y los amen, y al mismo tiempo, les enseñen adecuadamente habilidades comunicativas correctas, tales como: cooperación y no ser exclusivo en los juegos, compartir y humildad entre pares, y ser bueno escuchando las opiniones de otras personas, etc.
En primer lugar, psicológicamente, cada niño tiene sus propias características de temperamento únicas, que son innatas. Los niños con temperamento depresivo son tímidos y reticentes. Los niños con este temperamento son propensos a la timidez.
En segundo lugar, los padres de la familia solo se centran en el cultivo de la inteligencia de los niños, pero ignoran el desarrollo de los factores no intelectuales de los niños. Además, los propios hijos únicos carecen de experiencia en la interacción con hermanos y hermanas. les tiene miedo de interactuar con los demás, creando así timidez.
En tercer lugar, se ve afectado por valoraciones negativas de profesores y padres. Existen diferencias individuales en el nivel de desarrollo de los niños. Estas diferencias, especialmente las diferencias en inteligencia, hacen que los niños en los jardines de infancia tengan comparaciones objetivas y evaluaciones mutuas entre los miembros del colectivo de jardines de infancia. La baja autoevaluación de los niños hace que los niños tengan miedo de expresarse frente a los demás, lo que conduce al surgimiento de la timidez en los niños.
Además, la evaluación que los niños en edad preescolar hacen de sí mismos o de los demás es a menudo una simple reproducción de las evaluaciones de los adultos, y tienen una actitud crédula hacia las evaluaciones de los adultos sin consideración. Si los maestros o los padres los niegan o critican, pensarán que no son lo suficientemente buenos. Con el tiempo, los niños se volverán cada vez más tímidos y no se atreverán a expresar opiniones ni a hacer cosas de forma independiente.