Primero, entender el sujeto y el predicado. Estos son el núcleo de cualquier oración, ya que definen la acción principal o el estado de la oración. Si una oración es larga y puede contener varias cláusulas, encontrar el sujeto y el predicado puede ayudarte a determinar qué parte es la acción o el estado principal.
En segundo lugar, encuentra las conjunciones. Conectar palabras (como y, pero, porque, etc.) puede ayudarte a comprender la estructura de la oración y la relación entre las partes. Pueden ayudarle a determinar qué información es relevante y cuál no.
Luego, busca el modificador. Los modificadores como adjetivos y adverbios pueden proporcionar información adicional sobre el sujeto, verbo u otro sustantivo. Te ayudan a comprender los detalles de una oración.
A continuación, analiza la cláusula. Las cláusulas pueden agregar complejidad a una oración, pero generalmente se pueden dividir en partes más pequeñas. Conocer los tipos de cláusulas (como cláusulas atributivas, cláusulas adverbiales, etc.) y comprender su relación con la cláusula principal puede ayudarle a comprender mejor el significado de la oración.
Por último, intenta traducir. Al traducir, recuerde mantener sus oraciones fluidas y precisas. Si tiene problemas para traducir, intente dividir la oración en partes más pequeñas o reformularla con sus propias palabras.
En general, segmentar y traducir oraciones largas y difíciles requiere tiempo y práctica, pero si sigues los pasos anteriores, podrás comprender y traducir mejor estas oraciones.