¿Cuáles son las ventajas y desventajas políticas de Gran Bretaña y Estados Unidos?

Gran Bretaña tiene un sistema bipartidista único;

Las deficiencias del sistema político británico. En primer lugar, el partido gobernante resultante del sistema bipartidista no puede representar plenamente a la opinión pública. El sistema bipartidista británico está garantizado por el sistema electoral británico. El sistema electoral actual en el Reino Unido es un sistema de calificación de circunscripción única, en el que la victoria o la derrota está determinada por el número de escaños obtenidos en las elecciones generales, no por el número de votos. En segundo lugar, el sistema bipartidista es extremadamente perjudicial para el crecimiento y desarrollo de los partidos pequeños. El porcentaje de votos del pequeño partido en las elecciones fue desproporcionado con respecto al número de escaños que ocupaba en la Cámara de los Comunes. En tercer lugar, el sistema bipartidista hace que Gran Bretaña sea políticamente conservadora. Estos no son propicios para el desarrollo del sistema político moderno en dirección a la estabilidad, la armonía y la unidad.

Las ventajas del sistema político británico también son obvias. En primer lugar, la existencia del monarca y el desarrollo del sistema bipartidista hicieron que la transición del poder público británico estuviera lo más libre posible de violencia y permitió la integración de fuerzas sociales en conflicto en un sistema político unificado. Sin embargo, debido a las limitaciones del propio sistema bipartidista, la política británica no puede integrar eficazmente los intereses locales y los intereses públicos.

Los pros y los contras del sistema político estadounidense;

Los pros son: el presidente de Estados Unidos tiene mayor poder, está menos limitado por los partidos políticos y es más independiente, lo que favorece a tomar decisiones políticas rápidamente y mejorar la eficiencia. Su debilidad es que los tres principales sistemas de energía de Estados Unidos tienen limitaciones y limitaciones mutuas obvias, lo que resulta en cierto consumo sistémico. El presidente no tiene el poder de disolver el Congreso, pero puede vetar los proyectos de ley aprobados por el Congreso y el Congreso puede acusar al presidente. El presidente nombra a los jueces más altos y la Corte Suprema decide si las leyes y decisiones del Congreso y del presidente son inconstitucionales.