Según la estructura organizativa de los fondos, se pueden dividir en fondos corporativos, fondos contractuales y fondos de asociación. Entre ellos, los fondos de asociación son actualmente el modelo de fondo más común. Los fondos de acciones suelen elegir algunas empresas con buen crecimiento y perspectivas prometedoras de inversión, ayudando a estas empresas a ajustar sus estrategias, optimizar la gestión y mejorar su competitividad y rentabilidad.
Los fondos de acciones son una herramienta de inversión de alto riesgo y alto rendimiento adecuada para inversores con alta tolerancia al riesgo.