La desventaja de los libros electrónicos gratuitos es que es poco probable que se pague a los autores de estos libros y es posible que sus derechos no estén protegidos. La falta de ingresos reduce su nivel de vida y algunos de ellos no están dispuestos a seguir escribiendo. Ese puede ser el arrepentimiento y la pérdida de nuestros lectores. Por ejemplo, si un escritor no publica libros relacionados con problemas mentales, es posible que nos cueste afrontar los contratiempos.
Por el contrario, los libros electrónicos gratuitos claramente brindan a los estudiantes igual acceso al conocimiento. Los estudiantes, especialmente aquellos de entornos desfavorecidos, pueden beneficiarse de estos libros, ya que no pueden permitirse el lujo de adquirir libros caros. Al leer libros electrónicos gratuitos, pueden ampliar sus conocimientos y mejorar habilidades transferibles que serán importantes para sus futuras carreras.
En mi opinión, sería mejor para esta naciente industria si la gente pagara un poco de dinero como recompensa a los autores. Las personas que escriben y publican su trabajo trabajan duro y el proceso es difícil. Por lo tanto, merecen nuestro respeto y aprecio.
En resumen, si queremos leer estos libros en un futuro próximo, tendremos que pagar un poco de dinero por los libros electrónicos.