Si no hubiera sido entrevistada en su propio nombre, muchas de sus palabras podrían representar las opiniones del gobierno de Estados Unidos, al menos del Departamento de Trabajo. Muchas de estas opiniones han sido preparadas de antemano y han sido refinadas innumerables veces.
Es difícil traducir un pasaje del inglés al chino sin que pierda su significado.
Por lo tanto, si habla en chino, es posible que su significado no se transmita o que los medios lo malinterpreten deliberadamente, causando problemas innecesarios.
Otra posible razón es que quiere trazar una línea clara con China y demostrar que representa a Estados Unidos en el ámbito profesional.