El origen de la traducción

El origen de la traducción:

Desde que se tradujo la Biblia, las actividades de traducción en Europa no se han detenido durante casi 2000 años. La traducción de la Biblia fue un acontecimiento importante que sentó las bases para muchos idiomas. En la literatura griega y latina antigua, las epopeyas homéricas, las tragedias griegas, las comedias y los poemas líricos, así como las obras de Thoth, Catulo y Plutarco, también se han traducido muchas veces a los idiomas de muchos países europeos.

Los traductores árabes han hecho grandes contribuciones a la preservación de la literatura y el arte griego antiguo. Al igual que otros grandes escritores europeos de la época antigua y moderna, como Virgilio, Dante, Shakespeare, Goethe, Cervantes, Andersen y. Ibsen, Tolstoi, Dostoievski, Molière, etc., sus obras también han sido traducidas a idiomas de otros países en numerosas ocasiones.

En términos de literatura oriental, Las mil y una noches, los dramas japoneses Noh, las novelas y poemas chinos, los cuentos indios, el Bhagavad Gita, Shakuntala, etc., se han traducido a idiomas europeos. Particularmente dignos de mención son los cinco libros indios, que fueron traducidos repetidamente a varios idiomas europeos a través de traducciones medievales al persa y al árabe y tuvieron un gran impacto.

Existen dos estándares principales para la traducción:

1. Fidelidad: se refiere a ser fiel a la información que transmite el texto original, es decir, expresar la información del original. Texto completo y preciso, de modo que la información obtenida por los lectores objetivo sea consistente con el texto original. Los lectores del texto original obtendrán aproximadamente la misma información.

2. Suavidad: Significa que la traducción es estandarizada, clara y fácil de entender, y no hay estructuras literarias y artísticas irrazonables, confusas o lógicas poco claras.